Chocolate a la francesa vs chocolate a la española: Diferencias
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El chocolate a la taza es uno de nuestros desayunos o meriendas favoritas en los meses más fríos del año. De hecho, lleva siéndolo desde hace muchos siglos, ya que desde la llegada del cacao a Europa de la mano de los conquistadores españoles, el chocolate líquido se convirtió en un auténtico placer para las clases más altas y, posteriormente, también para todo el pueblo.
Así como España fue el primer país europeo en obtener chocolate de la mano de aquellos que volvían de América, el segundo país en enamorarse de este manjar fue Francia. Se dice que las infantas españolas Ana y María Teresa de Austria, esposas de los monarcas franceses Luis XIII y XIV, llevaron el chocolate a París y de ahí a otros países europeos.
Pero los franceses introdujeron un cambio en el chocolate a la taza que todavía se mantiene a día de hoy…
Para elaborarlo, hay que derretir el azúcar en agua caliente y añadir el cacao en polvo. Habrá que mezclarlo y removerlo hasta que se espese y ya se podrá tomar.
Te recomendamos que uses un cacao en polvo puro desgrasado como el de Torras, ya que es ecológico y no contiene azúcares añadidos. De esta manera sentirás el sabor intenso y natural del cacao.
La elaboración es la misma que la del chocolate a la española. Hay que calentar leche, añadir el azúcar y el cacao en polvo y mezclar para que se derritan y se forme un chocolate caliente espeso.
Diferencias entre chocolate a la española y a la francesa
Como has podido comprobar, la diferencia está en que el chocolate a la española usa tradicionalmente agua, mientras que el chocolate a la francesa la sustituye por leche.
También cabe destacar que, habitualmente, el chocolate a la española se ha hecho más espeso que el chocolate a la francesa, que es un poco más líquido. Aun así, esto depende mucho del gusto de cada uno, ya que tan solo hace falta añadir más o menos chocolate en polvo para que se espese más o menos.
Tanto si sueles preparar el chocolate a la taza con agua (al estilo español) o con leche (al estilo francés), te recomendamos siempre usar un buen cacao en polvo. ¡Es la clave para dar a ambas recetas “el sabor de toda la vida”!
