El sirope de chocolate blanco es una de las decoraciones de postres más sencillas de preparar. Sirve tanto para dar una apariencia elegante a brownies, helados y tartas como para lograr un sabor único y especial.
En anteriores ocasiones te hemos explicado cómo fundir chocolate y lograr que no se endurezca. Sin embargo, para hacer un sirope no solo es necesario que el chocolate no se ponga duro tras derretirlo, sino que la clave se encuentra en que quede bien líquido. Sigue leyendo para conocer los mejores trucos y lograrlo en tu primer intento.
- 200 g de chocolate blanco para postres.
- 180 ml de agua.
- 200 g de azúcar.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional).
Es importante que uses un chocolate blanco para postres, conocido también como chocolate para fundir, ya que contiene una mayor cantidad de manteca de cacao respecto a las tabletas normales. Gracias a eso, se derrite con mucha más facilidad y permite obtener la textura que estamos buscando en recetas como esta.
En marcas como Torras encontrarás chocolate blanco para derretir en tableta y también en forma de gotas.
- Primero tenemos que preparar el almíbar, que será la clave para lograr la textura de sirope que deseamos. Para ello, añade el agua, el azúcar y la esencia de vainilla en una olla y llévala a fuego alto, sin dejar de remover. Hazlo durante 5 minutos, controlando la potencia del fuego para que no llegue a hervir. En caso de que veas que está llegando a su punto de ebullición, baja a fuego medio durante un par de minutos, sin dejar de remover.
- Pasado ese tiempo y comprobando que el azúcar está bien disuelto, retira la olla del fuego y deja que la mezcla se enfríe un poco.
- Ahora funde el chocolate blanco. Puedes hacerlo al baño María o al microondas, siguiendo los consejos que te explicamos para que no se queme y quede líquido.
- Cuando el chocolate esté fundido, y la mezcla de agua y azúcar se haya enfriado un poco, debes mezclarlo todo. Únelos en un bol, removiendo hasta que quede una mezcla homogénea… ¡y listo!
En menos de 15 minutos podrás disfrutar de un sirope de chocolate blanco líquido. Puedes guardarlo en un recipiente dentro de la nevera o usarlo directamente encima de tus postres.
Por último, si tienes menos de 15 minutos para preparar tu sirope y quieres una solución resultona y deliciosa, te recomendamos calentar 100 ml de nata líquida y mezclarla con una cucharada de cacao puro en polvo. ¡El resultado te sorprenderá!