Rellenos y decoración
Cómo hacer ganache de chocolate
- 200 gramos de chocolate negro (puedes elegir un chocolate con más o menos porcentaje de cacao, según prefieras un ganache más o menos intenso).
- 200 ml de nata para montar, mejor si tiene al menos un 35% de materia grasa
Productos en esta receta
La palabra “ganache” suena a proceso complicado, ¿verdad? Si no estás familiarizado con la cocina y la repostería, pensar en cómo hacer ganache de chocolate puede parecer una tarea titánica, pero en realidad es una preparación súper sencilla que tiene muchos usos en la repostería; cubrir tartas, pasteles o base para trufas.
En Chocolate Torras tenemos la mejor receta, verás que cómo hacer un ganache de chocolate perfecto es fácil y rápido.
Cantidades
Con esta cantidad de ganache de chocolate tendrás para cubrir por ejemplo una tarta estándar de 20 centímetros de diámetro.
Tiempo de preparación
- Tiempo de preparación: 10 minutos.
Receta de ganache de chocolate paso a paso
Paso 1
Trocea el chocolate en trozos pequeños y colócalo en un bol que resista el calor. Si partes el chocolate en trocitos muy pequeños, conseguirás que se derrita más rápido.
Paso 2
Calienta la nata a fuego medio. No dejes que hierva. Cuándo veas que empieza a formar burbujitas en los bordes, retírala del fuego. Debes conseguir que la nata esté lo más caliente posible, para que consiga derretir completamente el chocolate sin quemarlo.
Paso 3
Vierte la nata sobre el chocolate para fundir troceado. Deja reposar la mezcla durante un minuto sin moverla para que la nata empiece a derretir el chocolate.
Paso 4
Con unas varillas o con un utensilio de repostería comienza a mezclar suavemente la mezcla para integrar el chocolate con la nata, haciendo el movimiento desde el centro hasta los bordes. La mezcla quedará brillante y homogénea cuando hayas mezclado del todo los ingredientes.
Paso 5
Si vas a usar el ganache de chocolate para cubrir una tarta por ejemplo, mejor deja reposar la mezcla un poco, unos 10 o 15 minutos para que espese más y sea más fácil de manipular mientras recubres tu tarta.
Si por el contrario vas a usar el ganache de chocolate para que sea un relleno, puedes dejarlo reposar en la nevera una media hora para que se endurezca y sea más consistente.
Ganache de chocolate de todo tipo
No solo puedes hacer un ganache de chocolate con chocolate negro, puedes escoger el tipo que más te guste. Si prefieres un sabor más suave y dulce, opta por un chocolate con leche y si te gusta el sabor intenso, escoge un chocolate 72%, por ejemplo.
Con chocolate blanco, es una opción mucho más dulce y lo único que debes hacer es sustituir el chocolate negro por la misma proporción de tu chocolate blanco preferido.
Recetas para múltiples usos
El ganache no solo sirve para cubrir o rellenar tartas sino que tiene más aplicaciones dependiendo de la cantidad de ingredientes que se usen.
Para estas variaciones sólo tienes que cambiar la cantidad de los ingredientes, el resto de pasos a seguir son los mismos que en la receta original.
Ratio 2 : 1
Si se usa 200g de Chocolate y 100g de nata y seguimos el mismo proceso de preparación, cuando enfríe nos quedará una masa densa e intensa, ideal para hacer trufas de chocolate o para hacer decoraciones.
Ratio 1 : 1
Si se usa 200g de Chocolate y 200g de nata como en la receta que encontramos más arriba, cuando enfríe quedará la textura de pudin, perfecta para cubrir tartas, rellenarlas e incluso para montar.
Para montar el ganache, solo hace falta batirlo con unas varillas, con cuidado para no pasarnos del punto ideal. Con el ganache montado se puede decorar un pastel usando una manga pastelera y boquillas diferentes, y también se puede usar de relleno, será más aireado y suave.
Ratio 1 : 1,5
Si se usa 150g de chocolate y 200g de nata, quedará una mezcla más líquida y fluida, perfecta para glasear una tarta, hacer una fondue y también, montarla. Si montamos esta receta, quedará mucho más suave y aireada por su mayor proporción de nata, se parecerá más al sabor del chocolate con leche.
Así que ya lo sabes, hacer ganache de chocolate no es ni de lejos la misión imposible que suena. Con solo dos ingredientes y unos cuantos minutos, puedes crear una delicia suave, cremosa y con múltiples usos. ¡El único riesgo aquí es que no puedas resistirte a comértelo antes de que llegue a la tarta!