Hay muchas maneras de preparar una tarta de chocolate blanco, pero hoy te queremos presentar una con un ingrediente que la hace muy especial: la cuajada. Esta receta logra una textura y un sabor muy especiales, que hará las delicias de los más aficionados a los postres dulces, especialmente si aman el chocolate blanco tanto como nosotros.
Además, esta receta de tarta de chocolate blanco con cuajada no necesita horno y es muy sencilla de preparar. ¡La amarás tanto para refrescarte en verano como para dar el toque final a la comidas de invierno!
- 150 g de chocolate blanco sin azúcar para postres. Puede ser tanto en tableta como en forma de gotas.
- 100 g de galleta.
- 100 g de mantequilla.
- 200 ml de nata líquida.
- 200 ml de leche.
- 2 sobres de cuajada.
- 60 g de azúcar.
Es muy importante que el chocolate blanco sea para postres, ya que tiene una mayor cantidad de manteca de cacao y se derrite mucho más fácilmente. Además, te recomendamos que sea sin azúcar, ya que lo añadiremos aparte y la receta podría quedar demasiado dulce.
- Empieza preparando la base de la tarta. Para ello, primero tritura las galletas hasta hacerlas migas.
- Derrite la mantequilla en el microondas y viértela sobre las galletas. Mézclalo bien hasta conseguir una pasta homogénea.
- Pon la mezcla de las galletas en un molde, distribúyela bien por toda la superficie y pon el molde en el congelador para que se enfríe.
- Calienta la nata en un cazo y, cuando ya esté caliente, trocea el chocolate blanco y añádelo a la nata (o si son gotas añádelas directamente). Mézclalo bien.
- Añade los sobres de cuajada y mézclalos con la leche fría, sin dejar de remover.
- Añade dos cucharadas de azúcar y remuévelo todo hasta que esté espeso.
- Saca la base de la tarta del congelador y, cuidadosamente, vierte la mezcla del chocolate. Te recomendamos que lo hagas con una cuchara y sin dejar caer la mezcla desde mucha altura, sino acompañándola.
- Mete la tarta en la nevera durante unas horas. Lo más recomendable es dejarla durante toda la noche.
¡Y ya estará lista! Si quieres agregarle algún adorno, el momento de hacerlo es cuando saques la tarta de la nevera, ya que será cuando tenga la textura ideal. Puedes ponerle desde bolitas de chocolate hasta frutos rojos o nata.