En esta entrada nos adentramos en la gran batalla de dulces y salados, los dos sabores que parecen ser antagónicos pero que bien combinados pueden dar lugar a una mezcla sorprendente, y buen ejemplo de ello es el chocolate con sal, una fusión que gusta a todo el mundo.
Ideas de postres salados
Si eres un amante de la combinación de sabores dulces y salados y no quieres elegir entre ellos tienes a continuación una serie de ideas de postres salados con los que satisfacer a tu paladar.
Cheesecake de queso azul y pera
Este cheesecake de queso azul y pera es una deliciosa fusión de sabores dulces y salados.
Se elabora de una forma muy sencilla, con una base de galletas trituradas, mezcladas con mantequilla derretida y una pizca de sal, horneada hasta que esté dorada.
El relleno se hace con queso crema, queso azul desmenuzado, y un poco de azúcar para equilibrar el sabor.
Añade huevos y una pizca de vainilla para una textura suave y cremosa. Hornea hasta que esté firme y finaliza con peras finamente cortadas en la parte superior y un glaseado de miel.
El contraste entre el queso azul fuerte y la dulzura sutil de las peras crea una experiencia gastronómica única de sabores dulces y salados.
Brownies de chocolate con aceitunas negras
Los brownies combinan el rico sabor del chocolate son un postre que difícilmente no puede gustar, con un sorprendente toque salado de las aceitunas negras, le darás un giro inesperado.
Comienza con una masa de brownie clásica, utilizando chocolate amargo y cacao en polvo para un sabor intenso. Agrega las aceitunas negras finamente picadas para obtener ese contraste de sabor y textura.
La masa debe ser suave y densa. Hornea hasta que estén cocidos pero todavía húmedos en el centro. Un postre innovador y delicioso para aquellos que buscan algo fuera de lo común.
Tarta de tomate y albahaca con base de galleta salada
Una tarta que representa una mezcla de sabores frescos y una base de galleta crujiente. Comienza con una base hecha de galletas saladas trituradas y mantequilla, presionada en un molde y al horno hasta que esté ligeramente dorada.
Para el relleno, mezcla tomates frescos cortados, albahaca picada, queso mozzarella rallado y un toque de ajo y aceite de oliva. Vierte esta mezcla sobre la base horneada de galletas y al horno hasta que los tomates estén jugosos y el queso se haya derretido.
Esta mezcla combina la frescura de los tomates y la albahaca con un toque salado, creando un postre con una mezcla de sabores e ingredientes diferentes pero equilibrado.
Helado de aguacate con salsa de soja caramelizada
Este helado ofrece una combinación única de sabores cremosos que dejan huella en el paladar.
Para hacer el helado, mezcla aguacates maduros, queso crema o nata de postres, azúcar y un toque de limón hasta obtener una mezcla suave y llévalo al congelador hasta que la textura se pueda coger con una cuchara.
Para la salsa, carameliza el azúcar a fuego lento y luego agrega soja, para obtener así un caramelo salado.
Al servir, coloca una bola de helado de aguacate y rocía un poco de la salsa de soja caramelizada.
Cupcakes de queso de cabra e higos
El queso es un alimento salado que combina perfectamente con las mermeladas o los frutos, ya que los elementos dulces y con textura suave son un maridaje perfecto para este tipo de lácteos.
Para hacer los cupcakes mezcla harina, azúcar, y mantequilla, añadiendo queso de cabra y trozos de higo.
Añade la masa a un molde y hornea hasta que estén dorados. Para la cobertura, bate más queso de cabra con azúcar glas y un toque de queso crema o nata para suavizar.
Una vez que los cupcakes se han enfriado, decora con la crema de queso y corona con un higo fresco. La combinación del queso de cabra y los higos ofrece un postre ideal para una ocasión especial con toques dulces y salados.
Chocolate salado, una combinación que no falla
Tal como es de esperar, uno de los postres más antiguos que se llevan comiendo desde hace años es el del chocolate salada o chocolate con sal, al que en ocasiones también se le acompaña con pan y aceite, algo que convierte esta mezcla en una explosión de sabores en el paladar.
Para disfrutar como es debido de un chocolate salado se necesitan solo 2 ingredientes, un buen chocolate y sal de calidad.
Acompañado todo ello, eso sí, con un poco de moderación.
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