La gelatina es uno de esos postres que despiertan pasiones en todas las edades. A los niños les suele hacer mucha gracia cómo baila sobre un plato, a los mayores les permite disfrutar de un postre nutritivo rico en proteínas, vitaminas y minerales, e incluso es la solución ideal para aquellas personas con problemas para masticar o tragar debido a su suave textura.
Uno de los sabores favoritos de los amantes de las gelatinas es el chocolate. A diferencia de lo que muchos pueden imaginar, eso no significa que tiene que ser por obligación un postre lleno de calorías y azúcares. Nosotros vamos a explicarte cómo hacer una gelatina de chocolate light y saludable.
Para obtener aproximadamente 4 gelatinas de chocolate necesitarás:
- 20 g de cacao en polvo sin azúcares añadidos.
- 8 g de gelatina neutra (sin sabor).
- 200 ml de leche.
- 10 g de stevia.
Nuestra recomendación para que la gelatina de chocolate sea lo más saludable posible es usar stevia, ya que tiene 0 calorías y 0 carbohidratos. Si no tienes stevia en casa, puedes utilizar azúcar. En este caso serían unos 50 g de azúcar, ya que ten en cuenta que la stevia es mucho más dulce.
También te animamos a usar un cacao en polvo orgánico y sin azúcares añadidos como el de Torras. De esta forma le darás el toque de chocolate negro ideal que se busca con esta receta.
-
Orgànica Cacau Pur 150g
2,85€ -
PACK REBOSTERIA ORGANIC
39,00€
- Pon la gelatina en remojo en agua fría para hidratarla.
- En un cazo, mezcla la leche con el cacao en polvo y la stevia (o el azúcar).
- Sin dejar de remover, lleva el cazo al fuego hasta que hierva.
- Cuando rompa a hervir, retira el cazo del fuego. Escurre la gelatina e incorpórala en la mezcla, removiendo hasta que se disuelva por completo.
- Vierte la mezcla en 4 flaneras individuales o en un molde grande.
- Deja enfriar a temperatura ambiente por completo. Cuando ya esté fría, guárdala en el frigorífico un mínimo de 8 horas.
- Desmolda las gelatinas y sírvelas como más te gusten.
Puedes tomar la gelatina de chocolate sola o acompañarla con frutas para que el postre sea todavía más completo, aunque también puedes añadir nata, virutas de chocolate o una galleta crujiente molida para darte un capricho. ¿Con qué opción te quedas?